CONOCE LAS ACTITUDES ERRONEAS QUE TE CAUSAN INFELICIDAD
¿Crees que todo en tu entorno está mal? ¿Tienes baja autoestima? ¿Dependes demasiado de otras personas y crees que eso te limita? ¿Te dejas llevar por la culpa y la preocupación y eso te atormenta? ¿Los celos te atormentan? ¿Crees que la vida no es justa? ¿Postergas? ¿Te aburres? ¿Eres dependiente? Pues este blog puede interesarte.
Hoy voy a compartir contigo un pequeño resumen de un libro que me ha encantado y que considero clave para el desarrollo personal: TUS ZONAS ERRONEAS de Wayne W. DYER.
El autor de este libro nos hace ver como somos nosotros/as mismos/as quienes nos provocamos la infelicidad en la mayoría de las situaciones, haciéndote ver cuales son las actitudes que nos hacen caer en esta trampa.
Los 13 puntos importantes a los que se hacen referencia son:
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NO RESPONSABILIZARSE DE UNO/A MISMO/A
La primera zona errónea por excelencia que tenemos los humanos es responsabilizar a otros de nuestra infelicidad y nuestros sentimientos. Esta forma de pensar, le otorga a otros el poder de poder dominar sobre tus emociones y tus sentimientos; y nos pone en la posición cómoda de victima sirviéndonos de excusa para no tomar responsabilidades sobre uno mismo, manteniéndonos en la zona de confort.
Para liberarse de esta zona errónea, hemos de ser conscientes de que independientemente de los hechos que sucedan en nuestro entorno, somos nosotros/as quienes elegimos como vamos a sentirnos al respecto.
Es cuestión de empoderarse, de decidir ser feliz, de ser inteligentes y controlar nuestros sentimientos. Somos completamente libres para elegir la felicidad frente a la rabia, la salud frente a la enfermedad, la actividad frente a la inactividad, elegir el crecimiento frente a la imperfección, etc.
Tener la capacidad de elegir ser feliz es sinónimo de inteligencia, que nada tiene que ver con el coeficiente intelectual.
Por lo tanto, toma responsabilidad ante tus sentimientos, aprende a sentirte bien, trabaja en ti, evita la inmovilidad como excusa y; dale importancia a vivir aquí y ahora.
2. AUTOESTIMA
La segunda zona errónea es no amarse a uno/a mismo/a.
Aquí hay que diferenciar entre ATOESTIMA y SOBERBIA. La primera es tener amor propio aceptándose a uno/a mismo/a amando tu cuerpo y tus características positivas; la segunda consiste en echar por tierra a los demás y creerse mejor.
Culturalmente nos han hecho creer que la autoaceptación y quererse a uno mismo estaba mal, pero nada más lejos de la realidad. Este concepto hay que ir desprogramándolo, ya que tú no eres lo que otros/as dicen de ti sino lo que tú te dices a ti mismo/a.
Empieza por darte amor a ti mismo y no esperes a que otros lo hagan. Elige las imágenes más positivas de ti y acéptate. Esta es la única manera de aprender a amar a los demás y tener relaciones equilibradas.
Para que te quieran te has de querer, ya que inconscientemente lo transmites. Si tu no te quieres a ti mismo/a, hablas mal de ti, tienes un mal concepto de ti, los demás lo perciben y te tratarán de la misma forma: con rechazo.
3. DEJAR DE BUSCAR LA APROBACION DE LOS DEMÁS
Esta es la tercera zona errónea, muy ligada a la anterior.
Desde pequeños/as nos educado haciéndonos creer que no podemos reconocer en nosotros mismos nuestras habilidades y que hemos de esperar a que sean otros/as quienes nos lo digan. Este patrón de pensamiento es uno de los más importantes a erradicar si deseas liberarte y ser feliz.
El concepto de uno/a mismo/a es lo que crea una autoestima sana, por tanto, es absurdo y causa número uno de infelicidad, basar tu autoestima en las opiniones y aprobaciones de otros.
Grábate este mensaje: NO ERES LO QUE LA GENTE DICE DE TI, SINO LO QUE TU CREES DE TI MISMO/A.
Por tanto, para liberarte de esta doctrina y cultura social que te hace buscar la aprobación sana tus heridas de la infancia e identifica de donde te viene esta necesidad.
4. ROMPER CON EL PASADO – Continuamos con la cuarta zona errónea relacionada con las creencias del pasado a las que nos aferramos a veces inconscientemente.
Durante la infancia y a lo largo de nuestra vida hemos sido condicionados/as con las creencias experiencias y creencias de nuestro entorno familiar y social, que nada tienen que ver con nosotros/as y que lejos de ayudarnos a avanzar en la vida, más bien nos bloquean y nos limitan.
Las experiencias que han tenido otras personas no tienen porque tener los mismos resultados en ti, así como las etiquetas, juicios y opiniones que otras personas emiten sobre ti, no tienen nada que ver contigo sino con ellas y sus propias proyecciones.
“LO QUE DICE PEDRO DE JUAN, DICE MÁS DE PEDRO QUE DE JUAN”
Por eso es importante desprogramar todos los “Yo soy” que durante toda tu vida has asumido como propios y que limitan tus capacidades y opciones en la vida; especialmente si suponen una limitación a la hora de alcanzar los objetivos.
5. DESHACERTE DE EMOCIONES INÚTILES: LA PREOCUPACIÓN Y LA CULPA
Es cierto que las emociones, sean positivas o negativas, nos ayudan a aprender y a crecer.
Las emociones primarias o básicas varían según diversos autores, pero cogiendo como referencia a Daniel Goleman, considerado Padre de la inteligencia emocional, y a Paul Ekman, se pueden dividir en seis importantes.
Sin embargo, cuando nos instalamos de forma tóxica en una emoción nos limitamos, especialmente con la culpa y la preocupación derivadas de las emociones primarias.
La culpa, derivada de la tristeza, nos ancla al pasado en cosas que ya no podemos cambiar y nos impide seguir hacia delante.
Por otro lado, la preocupación, derivada del miedo, nos produce ansiedad y nos engancha a un futuro que puede que después ni llegue o sea totalmente diferente a lo que hemos imaginado.
Mantener la mente enganchada en un pasado que no puedes cambiar o en futuro que no tienes certeza de que ocurra, limita la capacidad de vivir el presente y satura la mente impidiendo que encuentre soluciones creativas, además de ser una pérdida de tiempo.
Por tanto, deshazte de la preocupación y la culpa identificando su origen y desmontándolo. En este caso puede ayudarte hacer afirmaciones, meditaciones, usar técnicas de PNL, entre otros métodos.
6. ENFRENTAR LOS MIEDOS Y SALIR DE LA ZONA DE CONFORT
El miedo es una emoción primaria que nos ayuda a la supervivencia siempre que este aparezca ante un peligro real, como puede ser la amenaza de que te coma un león en la Sabana, poco probable en nuestro día a día.
Sin embargo, estamos condicionados por miedos infundados social y culturalmente, así como miedos que nuestra mente produce pero que nada tienen que ver con un peligro real.
Muchos de estos miedos absurdos y limitantes que nos bloquean y nos hacen mantenernos en la zona de confort, aunque esta sea el puro infierno, son; miedo al ridículo, miedo al fracaso, miedo a no hacer las cosas perfectas, miedo al que dirán, miedo a que ocurra una catástrofe, etc.
Para cortar con muchos de estos miedos hay que empezar a reprogramar la mente hacia otras formas de actuar y de pensar:
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- Ser espontaneo/a ya que no siempre hay que tener un plan para todo, y tampoco el hecho de no tener un plan tiene porque implicar que los resultados sean desastrosos.
- Confía en la vida y en tus capacidades y habilidades personales, ya que estas pueden sorprenderte en los resultados que obtengas. Que otras personas hayan fracasado persiguiendo un sueño, no tiene nada que ver contigo, ya que cada uno tiene diferentes capacidades y habilidades propias. Los resultados de otras personas no tienen que ser los mismos para ti.
- Confía en tus propios recursos internos y habilidades, y deja de basar tu seguridad en los logros externos, ya que no son seguridad. Piensa que por muchas cosas materiales o externas que logres en la vida puedes perderlo todo en una catástrofe, pero lo único que se quedará contigo siempre son esas habilidades y capacidades internas que cultives en ti.
- Deja de pensar que todo lo que hagas debe ser perfecto, esta idea te limita y te mantiene anclado/a en el mismo punto. Si dejas de hacer las cosas porque no te salen perfectas o porque no es el momento perfecto, nunca harás nada y cuando quieras darte cuenta el tiempo habrá pasado y seguirás en el mismo sitio.
7. DESHACERSE DE LAS TRADICIONES Y LOS CONVENCIONALISMOS ABSURDOS QUE ADEMÁS DETESTAMOS
Social y culturalmente hemos sido controlados/as de forma externa por las normas, tradiciones y opiniones de personas externas que socialmente han decidido lo que es correcto o lo que no, en función de sus propios gustos y pensamientos. Esto ha sido aplicado desde los ambientes más genéricos hasta los círculos familiares o sociales más cerrados.
Por tanto, ya es hora de liberarte de ese control externo que otros ejercen sobre ti bajo el disfraz de lo que deberías o no hacer, de lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto, la etiqueta, el protocolo y demás.
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- Deja de sentir culpa.
- Deja de admirar en exceso o de satanizar a otros.
- Abandona el concepto de bien y mal para evitar la indecisión.
- Desprograma las normas absurdas de lo que debes o no debes hacer, impuestas bajo el criterio de otras personas.
- Abandona las normas de etiqueta que no vayan contigo.
- Deja de cumplir normas y reglas absurdas impuestas por otros cuyo fin oculto es controlarte en base a su propia neurosis de cómo debería ser el mundo.
- Deja de aceptar la enculturación y el adoctrinamiento social, especialmente si no va contigo y no te hace feliz, aunque eso te lleve a perder tu posición actual.
- Libérate.
8. DEJAR DE JUZGAR Y ABANDONAR LA NECESIDAD DE JUSTICIA
Lamentablemente el mundo NO es un lugar justo y por mucho que nos empeñemos nunca lo será, ya que siempre habrá: catástrofes naturales, sunamis, etc. para las personas que menos lo merecen.
La justicia no es un comportamiento neurótico, pero te castiga a ti mismo con emociones negativas cuando no la consigues.
Cuando no logramos que algo se haga justicia, lo único que conseguimos generarnos es: enfado, frustración y ansiedad que no terminan de resolver el problema y que además nos hace infelices.
Sin darnos cuenta, entramos en los patrones tóxicos de generarnos sentimientos de infelicidad, amparándonos y aferrándonos en la injusticia para justificar nuestra actitud y evitar responsabilizarnos de este sentimiento.
Lo frustrante no es reclamar justicia sino inmovilizarte cuando no la obtienes.
La injusticia es algo presente en la vida sobre la que no podemos actuar a nivel externo, pero si podemos dejar de sentirnos inmovilizados/as emocionalmente por ella, luchando para conseguirla pero sin dejarte vencer psicológicamente.
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- Evita que el sentimiento de injusticia te bloquee en las relaciones con los demás ya que entras a compararte y determinas lo que es bueno o no en base de la conducta de otras personas, dándoles el poder de tus emociones y el cómo te hacen sentir.
- Deja de compararte con otros, deja de juzgar si algo es justo o no; Cuando te comparas con alguien estas jugando al juego de NO es justo y eso te resta poder sobre tu seguridad y confianza.
- Trabaja en lo que quieres sin depender de los demás o de su comportamiento, ni esperar que otros actúen como lo harías tú.
- Enfócate en ti mismo/a en vez de compararte con otros.
Tu decides si quieres dejarte llevar por la sensación de infelicidad o por la felicidad.
9. DESHACERSE DE LOS CELOS
Los celos son una de las zonas erróneas que más bloquean emocionalmente.
Se producen por una falta de seguridad en un mismo y por el propio deseo de que: otra persona te quiera y te admire como a ti te gustaría, entrando en frustración si no lo hace, y de que otros te quieran y te valoren como tú no sabes hacer contigo mismo/a.
Cuando entras en estado de celos, no solo te estás inmovilizando emocionalmente; sino que además estás permitiendo que otra persona con sus acciones actúe sobre tus emociones.
Aprende que las acciones de otras personas nada tienen que ver con tu valía personal y aumenta tu autoestima, tus habilidades y tus valores para deshacerte de este sentimiento tortuoso que te bloquea y te genera infelicidad.
10. DEJAR DE POSTERGAR
Postergar es sinónimo de que hay un miedo o un bloqueo o falta de seguridad.
Culturalmente tenemos tendencia a dejar las cosas para más adelante por diferentes motivos:
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- Poner excusas como: “Cuando llegue el momento” “Cuando todo esté bien” “Cuando adelgace” “Cuando engorde” “Cuando mi vida sea perfecta” etc. Todas estas excusas no nos llevan a ningún lugar, ya que la realidad es que el tiempo pasa y puede que la ocasión que estás esperando nunca llegue o no sea tan perfecta como tienes en tu mente.
- Vivir en la queja es otro motivo por el que solemos postergar, pero la realidad es que si te pasas el tiempo quejándote de lo que tienes que hacer no tendrás tiempo para hacer lo que quieres hacer.
- Otro factor que nos hace postergar es engañamos mentalmente diciendo lo que vamos a hacer pero nunca actuamos así que empieza a actuar ya y a tomar decisiones. Recuerda “Tu no eres lo que dices, eres lo que haces”
- Usar el aburrimiento como excusa para postergar es otra de las causas por excelencia. El aburrimiento es una decisión que tu eliges para NO hacer nada y usas como excusa el entorno porque así puedes postergar sin responsabilizarte; por lo tanto, si te aburres es porque así lo has elegido. Lo mejor es que dejes de usar esta causa como excusa.
- Por último, la herramienta por excelencia para postergar es la Crítica así que, un buen consejo es, alejarse de esta costumbre de manera inmediata; tanto cuando la emites como cuando te encuentras en entornos sociales llenos de criticones.
11. SUPERAR LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Y CONVERTIRSE EN ALGUIEN INDEPENDIENTE
La dependencia es el principal enemigo de la felicidad, de la plenitud y del crecimiento personal.
Mientras estas bajo la dependencia:
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- No te responsabilizas de ti mismo y puedes culpar a otros de tus carencias.
- No tienes que esforzarte por salir de tu zona de confort.
- Satisfaces las necesidades de otros sintiéndote bien.
- Evitas la culpa cuando no actúas de forma contraria a lo que se espera de ti.
- No tienes que tomar decisiones por ti mismo.
- No te expones a enfrentarte a nadie a pesar de que no te guste seguir a otros.
Abandonar el nido no solo significa abandonar la casa paterna o/y materna, sino que consiste en: convertirte en ti mismo/a, en tu propia persona, en lo que verdaderamente eres; eligiendo y viviendo los comportamientos que elijas y desees, liberándote de todas las relaciones obligatorias.
Una de las causas de la infelicidad que más nos afligen es sentirse atado/a o dependiente de otras personas o situaciones que realmente no nos hacen feliz, más bien nos oprimen, pero que seguimos manteniendo por el miedo al que dirán, al fracaso o a ser rechazados/as. Sin embargo, esta actitud nos hace enormemente infelices y dependientes, encerrándonos en una tortuosa cárcel emocional y/o mental que nos amarga la existencia independientemente del oro con los que se hayan construido los barrotes.
Mantener relaciones interpersonales que no se interpongan en la consecución de nuestras metas no es un problema siempre que estas te hagan sentir a gusto, por lo tanto, puedes aferrarte a ellas ya que no merece la pena cambiarlas.
Por el contrario, si la relación la mantienes por: necesidad u obligación; estás en una zona autofrustrante, te genera malestar y te condiciona a comportarte de forma que no estas a gusto; entonces se trata de una relación malsana con dependencia psicológica por lo que es conveniente independizarte cortando la relación cuanto antes.
Cuando hablamos de independencia psicológica nos referimos a NO necesitar a los demás, que no significa no tener relaciones con los demás.
12. DESHACERSE DE LA IRA
La ira es una de las emociones más tóxicas y dañinas para nosotros/as, ya que no solo: te inmoviliza, te bloquea y te incapacita; sino que también es causante del malestar físico e incluso llega a causar enfermedades (úlceras, cardiopatías, tensión alterada, enfermedades psicológicas, etc)
Al igual que la risa, la ira, es una emoción contagiosa; sin embargo no es igual de positiva.
Hay que dejarla salir en forma de cosas que no sean destructivas. Es una especie de manipulación porque te ayuda a lograr lo que quieres. Cuando deshagas la ira sentirás enfado o frustración porque nunca serán las cosas como tú quieres, pero no sentirás ira.
Esta emoción es una reacción agresiva que aparece cuando te falta algo, cuando cuentas con algo y no lo tienes.
Tiene su origen en el pensamiento, a partir del cual primero aparece la frustración a raíz del juicio y después aparece el enfado ira)
Se representa en forma de: agresión contra alguien, de silencio amenazante o de rabia; y viene del deseo de que los demás sean diferentes a lo que son y encajen en nuestra descripción de lo que “deberían ser o de cómo debería actuar según nuestra forma de ver la vida”
También expresas ira cuando: ridiculizas, atacas verbalmente a otros, con violencia física (contra personas u objetos) cuando acusas a otro de enfurecerte o de que te da mucha rabia; cuando dices “lo mato” porque alientas a la violencia, con pataletas de rabia, con el sarcasmo, con el tratamiento de silencia hacia los demás, etc.
La ira es una reacción aprendida ante situaciones de frustración, aunque no podemos decir que se trate de un hábito, sino que más bien es una elección que tomamos ante cómo sentirnos o actuar ante una situación.
Cuando no puedes controlar tu comportamiento entras en una forma de locura, por lo tanto, podemos decir que la ira es una cosa de locos/as; y aunque es cierto que lo mejor forma de gestionarla es sacarla fuera, mejor aún es no sentirla.
CONSECUENCIAS TOXICAS DE DEJARSE LLEVAR POR LA IRA
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- Te debilita.
- Termina con las relaciones interpersonales.
- Generar culpa.
- Te enferma.
- Mediante la ira das el poder a otras personas para alterar tu estado emocional, pero no logras efectuar cambios en esas personas.
- Cuando la usas para relacionarte con otras personas das pie que esas personas para que se sigan comportando igual o incluso generas una respuesta agresiva de otros hacia ti.
- Priva a los demás de que sean quienes realmente son y has de ver que todos tienen el derecho a ser ellos mismos tal como lo tienes tu.
ALGUNAS CLAVES PARA GESTIONAR LA IRA
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- Dar un nuevo enfoque a la forma que tienes de ver las cosas y aceptar que estas no han de ser como tú quieres.
- Cambia el pensamiento hacia los demás dejando de identificarte con ellos y/o de juzgar sus acciones: “Si la persona quiere portarse así, es ella no yo quien lo está haciendo” “No me gusta como son las cosas pero no voy a dejarme inmovilizar por ello”
- Aprender a valorarte a ti mismo y no permitir que otros te controlen emocionalmente.
- Aprende a que no te importe el comportamiento y las ideas de otros; así les quitas el poder de que puedan molestarte o perturbarte.
- Si logras reírte alejarás la ira porque no se puede estar enfadado y riendo a la vez.
- No te tomes la vida demasiado enserio y ríete. Lo sano en las personas es un sentido del humor sin hostilidad.
- Ayuda a los demás a reírse de la vida.
- Aprende a ver las situaciones como si fueras un/a observador/a ya que te van a parecer absurdas y sin sentido.
- Pregúntate: ¿De qué te sirve la ira?
Espero que esta información te haya hecho reflexionar, aunque personalmente te recomiendo leer este libro como forma de empezar a trabajar en ti. Puedes contactarme si crees que necesitas un soporte terapéutico adicional. A partir de aquí el cambio empieza en ti.