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FACTORES PSICOLOGICOS PARA LIBERAR TU ABUNDANCIA PERSONAL

FACTORES PSICOLOGICOS PARA LIBERAR TU ABUNDANCIA PERSONAL

FACTORES PSICOLOGICOS QUE INFLUYEN EN LA ABUNDANCIA PERSONAL

Este blog es un resumen de uno de los capítulos de “FINANZAS PERSONALES PARA DUMMIES” que trata los aspectos psicológicos a la hora de invertir; los cuales son aplicables a la abundancia en general de cualquier área de la vida.

Muchas de las decisiones que tomamos en la vida tanto en el ámbito personal como en el financiero a la hora de invertir, están relacionadas con los siguientes aspectos psicológicos:

  1. EL MIEDO A ARRIESGAR, A PERDER Y/O A ARREPENTIRSE

Cuando experimentamos pérdidas, sea en el área que sea, experimentamos un grado de dolor de mayor intensidad con respecto al grado de placer que experimentamos cuando tenemos ganancias.

Está demostrado que cuanto más cosas obtenemos nuestro grado de satisfacción se va reduciendo; del mismo modo que cuando más sufrimos nuestro dolor también se reduce y terminamos normalizándolo y/o acostumbrándonos a él.

El dolor que nos produce una pérdida o situación negativa, nos hace aferrarnos más a ella con la esperanza que cambie la tendencia; ya que renunciar a ella nos supondría aceptar la derrota. Esta falsa esperanza nos hace autoengañarnos y aferrarnos a la situación, bloqueando así la abundancia y la llegada de cosas nuevas.

Por ejemplo en las inversiones, cuando una persona ha invertido en bolsa en acciones que no reportan beneficios durante mucho tiempo y a su vez le están causando una pérdida económica; mantiene y se aferra más a esa inversión con la esperanza de que mejore y recuperarse, cuando lo saludable sería deshacerse de ella para no seguir perdiendo más dinero. Este mismo ejemplo lo podríamos extrapolar a las parejas, personas, situaciones, trabajos y demás circunstancias que nos reportan dolor en nuestra vida.

2. CREER QUE NADIE SABE MÁS QUE UNO/A MISMO – Está muy bien tener una actitud optimista ante la vida, sin embargo, también hay que ser realistas y aceptar que las cosas pueden salir tanto bien como mal.

 Es cierto que el pensamiento positivo ayuda pero hay que ser coherente y no creer que estamos por encima de cualquier adversidad; especialmente cuando tenemos que asumir decisiones que conlleven un riesgo.

Tener en cuenta que las cosas también pueden salir diferentes a lo que nosotros deseamos, nos hace ser más racionales a la hora de tomar decisiones y nos prepara para afrontar adversidades sin tener que hundirnos moralmente.

Por lo tanto, hay que evitar pecar de un exceso de optimismo ya que eso nos evitará formarnos expectativas irreales y riesgos elevados.

3. SI TUS AMIGOS SALTAN POR UN PUENTE NO LOS SIGAS – Tenemos la tendencia de seguir al “rebaño” por la necesidad de pertenecer a un grupo y/o porque tenemos la falsa creencia que si todos lo hacen o lo dicen es porque será la mejor opción; pero eso no es así. “La manada se equivoca y mucho”

Pensamos que si no hacemos lo que hacen los demás somos unos fracasados cuando la realidad es que cada uno de nosotros/as tiene vidas únicas y diferentes que no son ni mejor ni peor que otras.

En este factor incluye la falta de confianza, que también causa dificultades si se tiene en defecto. Si nos falta confianza tenemos tendencia a seguir al rebaño, lo que se denomina como “comportamiento gregario” sin ser capaces de evaluar como esas decisiones pueden afectar a nuestra vida. Cuando nos sale bien nos alegramos y si nos sale mal nos consolamos diciendo que es “mal de muchos” para “consolarnos como tontos/as”

Lo inteligente es formarse y tomar decisiones que NO estén basadas en seguir a la masa sino aplicando la lógica, recabando información y analizando los posibles efectos/consecuencias y/o repercusiones que estas pueden tener en tu vida a título individual.

Otra de las excusas para seguir a la masa es evitar responder ante posibles preguntas en el caso de fracasar o equivocarnos.

Por tanto, es necesario: NO seguir a la masa ni a las modas; y no dejarse llevar por el pánico para poder tomar decisiones más acertadas.

Un ejemplo, cuando pasas por un restaurante y ves que está lleno deduces que es bueno y barato; pero nada más lejos de la realidad pues muchas veces el restaurante se llena por patrones de comportamiento gregario; es decir, la gente ve que está llano y entra y así sucesivamente, hasta que el sitio coge fama. Esta actitud no está basada en un análisis real ni coherente, sino en dar por echo cosas que no están demostradas.

Seguir a la masa sin analizar otras opciones, es sinónimo de falta de personalidad.

4. NO ACTUAR PARA EVITAR NO EQUIVOCARTE – Otro de los grandes temores que paralizan cualquier área de nuestra vida a la hora de tomar decisiones es el miedo a equivocarnos y a perder.

 Socialmente estamos poco habituados a gestionar el “Fracaso” porque lo vemos como algo negativo en vez de tomarlo como una oportunidad de aprender; y esto nos limita a la hora de tomar decisiones y pasar a la acción.

Si además tenemos muchas alternativas para elegir, esto en vez de ayudarnos nos limita más ya que solemos postergar la toma de decisiones para ver si el tiempo nos hace ver las cosas más claras, aunque muchas veces esto no juega a nuestro favor.

5. EL NIVEL DE INSOMNIO – Muchas veces tomamos decisiones en nuestra vida en base a lo que hacen otros, por mal asesoramiento o por otras circunstancias, que nos amargan la existencia y alteran nuestro nivel de insomnio. 

En este caso lo más sensato es suprimir de nuestra vida todo aquello que nos complica la existencia y que no nos deja dormir por la noche. Puede que haya opciones que son buenas para otros, pero no para ti.

ASPECTOS PSICOLOGICOS QUE INFLUYEN DIRECTAMENTE EN LA ABUNDANCIA ECONOMICA

6. LA TRAMPA DEL PRECIO – Dejarnos llevar por el precio sin analizar lo que estamos comprando es un craso error.

 Deducimos que por el echo de que algo sea caro es de buena calidad y no siempre es así; del mismo modo pensamos que cuando compramos algo barato o rebajado estamos comprando un chollo y tampoco es siempre es así.

Estos dos criterios tan básicos nos hacen caer en la trampa del precio y terminamos derrochando el dinero; ya que en muchas ocasiones tendemos a comprar artículos (incluso propiedades inmobiliarias, etc) solo dejándonos llevar por el precio sin tener en cuenta: calidad, gastos de mantenimiento, beneficios o prestaciones a largo plazo.

TRAMPA DEL PRECIO AL COMPRAR LA CASA

Cuando compramos un inmueble solemos dejarnos llevar por la siguiente fase:

  • Primero – Te enamoras del piso o la casa
  • Segundo – Te dejas seducir por el precio:

 “Si el precio ha subido te aferras a que siempre seguirá subiendo, y hemos visto que no es siempre así; en cambio si el precio de la propiedad ha bajado, crees que estás comprando una ganga y te aferras a lo que valía en el pasado pensando que un día se revalorizará cuando tampoco siempre es así”

  • Tercero – Vas al banco a hacer números y, a pesar de que la realidad te dice que es demasiado para ti, te lías la manta a la cabeza y terminas.

Lo racional sería: 

  • Primero – Pasar por el banco y evaluar la cuota que puedes pagar sin necesidad de vivir sufriendo. Esta valoración tendría que contemplar los posibles contratiempos que puedan surgir, calcular las posibles subidas de interés a largo plazo, simular la peor de las situaciones en el caso de que tus ingresos disminuyan y; permitirte un porcentaje de ahorro.
  • Segundo – Una vez analizado el primer punto calcular el precio máximo que te puedes permitir.
  • Tercero – Enamorarte de la vivienda siempre que no supere la cantidad máxima que puedes permitirte.

ACTITUDES PARA NO DEJARSE LLEVAR POR EL PRECIO

  1. APRENDER A DISTINGUIR ENTRE VALOR Y PRECIO – Aunque parezca difícil de creer, ambos aspectos no siempre coinciden.

 VALOR – Son los beneficios, ya sean en términos económicos o en otros aspectos abstractos, que algo sea capaz de aportar; y depende de aspectos subjetivos.

El valor depende del precio máximo que esté dispuesto a pagar el comprador y; del precio mínimo por el que esté dispuesto a vender el vendedor; por lo que puede ser diferente en cada caso.

PRECIO – Es lo que se paga por algo y depende de la oferta y la demanda del mercado. 

Muchas veces nos dejamos llevar solo por el precio, compramos cuando algo está barato y vendemos cuando está caro, pensando que hemos hecho la operación de nuestra vida.

La realidad es que esta lógica no siempre es la más acertada y no funciona con todo.

Por ejemplo: Vendes tu casa (donde vives) cuando los precios están más altos en el mercado pero no tienes en cuenta: que igual que tu vendes caro también tendrás que adquirir un sitio donde vivir y pagarás a precio de mercado; y por otro lado tendrás que pagar la “Mordida de Hacienda” que se quedará un buen “pedazo del pastel”

Otro ejemplo es cuando alguien invierte en comprar acciones porque están baratas sin tener en cuenta que si algo ha bajado su valor, nada garantiza que en el futuro se recupere ya que la tendencia puede ser seguir bajando.


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